La conocida bodega de champán Moët & Chandón busca la perfección con el ‘Grand Vintage 2002’, fruto de una cosecha de calidad excepcional madurada durante siete años. Los Moët & Chandon Grand Vintage nacieron en 1842, cuando los viticultores de la región de Champagne comenzaron a separar cosechas de cualidades excepcionales para una maduración prolongada en el tiempo. Desde entonces, sólo 69 han sido lanzadas al mercado con esa denominación.

“El champán es el único vino del mundo que hace a una mujer más bella después de beberlo”, declaró un entusiasta marqués de Pompadour. En el caso del Grand Vintage 2002 (compuesto en un 51% por uva chardonnay; un 26 por pinot noir, y un 23% por pinot meunier), la sentencia podría aplicarse con creces, dado su grado de excelencia. En 2002, la mítica denominación de origen francesa disfrutó de un cúmulo de circunstancias climatológicas favorables que posibilitaron recolectar la uva con dos semanas de retraso. De este modo, cada cru (viñedo de prestigio) pudo vendimiar el fruto en el óptimo estado de madurez. Se conjugaron un invierno soleado, húmedo y suave con una primavera seca, cálida y carente de heladas; un verano con algunos periodos lluviosos y un principio de otoño con varias tormentas fuertes que los vientos posteriores y la excelente salud de la uva superaron. Como resultado, nace este Grand Vintage 2002, que ha dormido durante siete años en la cava, cuando la norma de maduración para esta clase de espumosos está en los cinco (siendo el mínimo legal de tres).

Por unos 47€/botella lo puedes encontrar en vinissimus.com.